En medio de picos rocosos repletos de cactus e iguanas se ubica el Parque Nacional Cabo Pulmo.
En Cabo Pulmo existen alrededor de 17 playas solitarias, casi sin rastro humano, ya que su población total es de 200 habitantes.
Es importante tomar en cuenta que no se encontrará ningún desarrollo turístico, ni servicio de alta gama.
No hay grandes hoteles, solo un par de alojamientos en casas particulares y búngalos construidos con palma y adobe. Incluso, la electricidad se provee con paneles solares.
En Cabo Pulmo se encuentran prestadores de servicios para realizar algunas de las actividades permitidas dentro del agua.
Buceo es la más solicitada, ya que el parque forma parte del mar de Cortés, bautizado por el explorador e investigador francés Jacques-Yves Cousteau como “el acuario más grande del mundo”.
Sin embargo, también se puede esnorquelear, remar en kayak o nadar con lobos marinos.
En tierra, vale la pena hacer un recorrido en bici por la montaña del Coyote. Este macizo es una barrera natural entre el desierto y el mar.
En las brechas se observan cactus, mezquites, matorrales y vegetación que crece con la orientación que le da el viento y por donde cruza el Trópico de Cáncer.
La Paz está llena de actividades ecoturísticas, por lo que te recomendamos revisar y contratar a Touroperadores oficiales que te acompañen en las diversas atracciones que quieras visitar.
Sus prístinas playas son excelentes para deportes acuáticos y en Cabo Pulmo se puede practicar el buceo en arrecifes coralinos.
Paraíso para los amantes de los deportes y de la vida silvestre, permite partidas de golf todo el año, realizar viajes en lancha a la isla de Espíritu Santo para el avistamiento de ballenas y nadar con lobos marinos.
El país es una tierra de contrastes. Lo tiene todo: una historia y cultura muy ricas, un clima cálido y agradable, una geografía variada, una naturaleza impresionante, una gastronomía de buen gusto y una población amable y servicial … en pocas palabras: ¡México puede cumplir todos sus deseos!
