La ciudad concentra un pasado revolucionario que resuena en sus museos, monumentos, y construcciones, estos narran las batallas ganadas, la presencia de la fe y la influencia arquitectónica que se resiste a perder vigencia.
La ciudad de Chihuahua por sí sola es un museo vivo, que se palpa en su Centro Histórico, que abre las puertas a quienes deciden adentrarse en sus entrañas y andar a paso firme bajo el sol del clima desértico.
Con estilo barroco y una construcción que tomó cerca de un siglo en concluirse, la Catedral Metropolitana de Chihuahua es uno de los principales atractivos de la capital.
El Palacio de Gobierno es una construcción de la era porfiriana ubicada al centro de la ciudad, es una de las joyas de la ciudad.
Al cruzar sus grandes puertas de madera te encontrarás con un verdadero Palacio con paredes adornadas con murales que te contarán la historia de la ciudad desde 1941 hasta la época de la Revolución Mexicana.
Dentro podrás encontrar dos pequeños museos, uno dedicado al héroe de la patria Miguel Hidalgo y Costilla quien fue fusilado en este lugar; el otro es una galería de armas antiguas.
Si quieres deambular despreocupadamente por las calles de Chihuahua, te toparás sin quererlo con residencias que te obligarán a detenerte: la Quinta Creel, la Casa de los Touche y, por supuesto, la Quinta Gameros.
Pero si se quiere visitar museos, Chihuahua los tiene, y muy buenos: la Quinta Gameros, el Museo de Pancho Villa, el Museo Casa de Juárez y el Museo de Arte Moderno.
Las colonias del norte de la ciudad son modernas y con amplias avenidas arboladas. Recorre sus pasos a desnivel y vete al periférico Ortiz Mena para que aprecies lo promisorio del futuro de esta ciudad… y te queden ganas de regresar otra vez a continuar disfrutándola.
En Chihuahua, la Sierra Madre Occidental se despliega con toda su grandeza a través de las montañas, mesetas, increibles ríos, arroyos, pinares, cascadas, cuevas y por supuesto.
Las Barrancas del Cobre, uno de los mayores y mas impresionantes sistemas de cañones del mundo, donde los muros verticales rocosos y los riscos de 1,500 metros de altura dan alce a los cañones más amplios y profundos del país.
El país es una tierra de contrastes. Lo tiene todo: una historia y cultura muy ricas, un clima cálido y agradable, una geografía variada, una naturaleza impresionante, una gastronomía de buen gusto y una población amable y servicial … en pocas palabras: ¡México puede cumplir todos sus deseos!
