Asentado entre las colinas de la Sierra Madre Occidental, en la región sur de Jalisco, yace este Pueblo Mágico cuyo nombre significa ¨tierra de colores¨.
Su centro histórico está lleno de vida y de actividades culturales los fines de semana. Es recomendable probar la gastronomía tradicional como el borrego al pastor, el rompope, las conservas y los tamales de acelga que se pueden encontrar en puestecitos y restaurantes del centro.
Su fama, se ha incrementado por la diversidad de actividades ecoturísticas y la tranquilidad que se siente en sus calles, sus zonas boscosas y por los misterios que encierra su Valle de los Enigmas.
Seas o no un apasionado de la aventura, este destino tiene tanto encanto que te cautivará. Sus casas blancas con techos rojos de dos aguas mantienen la armonía estética que pocos lugares conservan.
Su atmósfera de pueblo te envuelve entre nubes y espesa neblina, que juega con tu mente a ratos haciéndote creer que ya se ha hecho tarde, pero de momento el sol vuelve a salir.