Maravíllate con el esplendor de sus elegantes edificios coloniales, sus calles y sus sabores que hacen honor a su sobrenombre “De los ángeles”.
Una leyenda es la responsable de que a esta hermosa ciudad se le conozca como Puebla de los Ángeles.
El Fuerte de Loreto y el Fuerte de Guadalupe, escenarios inaugurados como museos en 1972 fueron fortalezas construidas en el siglo XIX.
Aquí se desarrolló la famosa Batalla del 5 de mayo donde el general Ignacio Zaragoza, apoyado por un valiente grupo de indígenas zacapoaxtlas, vencieron al ejército francés la primavera de 1862.
El Fuerte de Guadalupe rememora el hecho en su Museo de Sitio, mientras que el Fuerte de Loreto lo hace en su Museo de la No Intervención.
Conforme al trazo de la ciudad de Puebla del siglo XVI, el cerro que se encuentra al Norte tiene dos cimas que ahora conocemos como de Loreto y Guadalupe.
Antes de ser un Fuerte, este espacio fue una capilla dedicada a la Virgen de Loreto. El culto religioso duró ahí hasta la segunda década del siglo XIX, aunque desde finales del XVIII se empieza a ocupar el sitio (no la capilla) también como cuartel y carcel por su ubicación estratégica militar.
En 1813, en plena Guerra de Independencia, la autoridad virreinal poblana propone trasladar ahí el depósito de explosivos de la ciudad, y en 1815 comienza la construcción del fuerte propiamente dicho, que terminó en 1817.
El Fuerte de Loreto fue muy importante para las armas mexicanas en la Batalla del 5 de Mayo de 1862, y llegó incluso a servir durante la Revolución Mexicana, en los inicios del siglo XX.
Actualmente el museo de la no intervención se muestra cómo a partir de su construcción se utilizó el fuerte en diversos hechos a lo largo del siglo XIX, tanto en luchas entre facciones políticas – federalistas contra centralistas, liberales contra conservadores, etc.
El recorrido dentro del museo comienza con el área de banderas, para después seguir por las salas históricas, que abarcan sucesos históricos como la Reforma, la Intervención francesa y Batalla de Puebla. El museo también comprende objetos históricos del siglo XIX como documentos, óleos, vestimenta militar y algunas de las cartas que Benito Juárez intercambió con el general Zaragoza.
El Fuerte Loreto fue el escenario de la batalla del 5 de mayo de 1862 entre los ejércitos mexicano y francés. El lugar se ha destacado por difundir el nacionalismo, la identidad y el orgullo mexicanos.
Contiene una colección de objetos históricos del siglo XIX, entre los que se encuentran armas, banderas, documentos, óleos, artículos personales y vestimenta militar. Destacan las cartas del presidente Benito Juárez al general Zaragoza, relacionadas con la batalla, así como las pinturas de los generales.
El Museo Fuerte de Loreto contiene una colección de objetos históricos del siglo XIX, entre los que se encuentran armas, banderas, documentos, óleos, artículos personales y vestimenta militar.
Destacan las cartas del presidente Benito Juárez al general Zaragoza, relacionadas con la batalla, así como las pinturas de los generales.
En el Fuerte de Guadalupe se narra de manera interactiva la victoria del ejército mexicano sobre el ejército francés, considerado en este entonces como el mejor del mundo, asimismo, describe la historia del edificio, desde la ermita de San Cristóbal construida en el siglo XVI, hasta su fortificación, que integraba la capilla de Guadalupe, el atrio y el fuerte.
En su interior se exhiben objetos y obras de arte de los siglos XIX y XX: grabados, retratos, óleos, escudos de talavera y monedas, entre otros.
Antes de ser el Fuerte de Loreto, en este lugar se le utilizaba como una frontera natural al valle y un lugar de paso hacia los señoríos de Tlaxcala.
En este paraje había un manantial muy útil para los viajeros, pues podían saciar su sed y continuar con el viaje hacia la ciudad.
Esta elevación tuvo, a lo largo del tiempo, varios nombres: en un principio se le denominó cerro de la Ermita, después de San Cristóbal, luego cerro de Belén y, finalmente, cerro de Loreto y Guadalupe, debido a la construcción de dos templos en sus cimas dedicados a la Virgen María y la Virgen de Loreto.
En el año de 1655 el Ayuntamiento de la ciudad autorizó la construcción de la capilla a solicitud de José de la Cruz Sarmiento, indígena y vecino de Puebla.
Este personaje al cruzar el cerro se vio sorprendido por una fuerte tempestad. En medio de estas circunstancias se encomendó a la Virgen de Loreto; gracias a esto, salió ileso, sin embargo, su caballo y aves no tuvieron esa suerte, pues murieron al instante.
Al año siguiente pidió permiso a las autoridades civiles para construir en ese sitio una ermita en honor a la Virgen de Loreto.
3 años más tarde el virrey duque de Alburquerque le concedió el permiso y también obtuvo la licencia del obispo Diego Osorio de Escobar y Llamas.
Al estar dedicado a la Virgen de Loreto se retomó la tradición de tener las mismas medidas que la Casa Santa de Loreto en Italia.
Después de su construcción en el siglo XVII, en el siguiente siglo fue poco a poco olvidado su culto, posiblemente debido a la lejanía que tenía la ermita con respecto al centro urbano.
Sabemos que en esa época se empezó a utilizar esta capilla como lugar de protección de posibles ataques a la población, aprovechando su excelente ubicación elevada desde donde era posible observar cualquier amenaza; en ocasiones también se utilizó como prisión militar.
Dirección: s/n De los, Calz. de los Fuertes, Residencial las Fuentes, 72270 Puebla, Pue.
Más Info Oficial: Visit Puebla
Maravíllate con el esplendor de sus elegantes edificios coloniales, sus calles y sus sabores que hacen honor a su sobrenombre “De los ángeles”.
Una leyenda es la responsable de que a esta hermosa ciudad se le conozca como Puebla de los Ángeles.
El país es una tierra de contrastes. Lo tiene todo: una historia y cultura muy ricas, un clima cálido y agradable, una geografía variada, una naturaleza impresionante, una gastronomía de buen gusto y una población amable y servicial … en pocas palabras: ¡México puede cumplir todos sus deseos!