Maravíllate con el esplendor de sus elegantes edificios coloniales, sus calles y sus sabores que hacen honor a su sobrenombre “De los ángeles”.
Una leyenda es la responsable de que a esta hermosa ciudad se le conozca como Puebla de los Ángeles.
La construcción de la casa del Deán inició en 1575 y fue terminada en 1580; es un ejemplo de la ornamentación renacentista del siglo XVI por la portada, sus columnas, cornisas, frontones y pináculas.
Un deán era el cargo religioso, por debajo del obispo en la Catedral de Puebla, por eso el inmueble era tan distintivo. La construcción de la casa de estilo renacentista pertenecía a Don Tomás de la Plaza Goes.
En el interior se puede uno encontrar con las dos habitaciones que conservan un tesoro: murales renacentistas pintados por tlacuilos indígenas, provenientes de Tlaxcala, Cholula y de la mixteca oaxaqueña.
Los murales fueron descubiertos en 1953, cuando la casa que ocupaba casi una manzana completa fue vendida a la compañía Impulsores de Cine Independientes, por lo que en 1955 un grupo de artistas impidieron que demolieran las dos habitaciones al señalar que se trataba de un tesoro cultural, una especie de capilla sixtina poblana.
La primera habitación es conocida como de Las Sibilas, en cuyas paredes fueron plasmadas mujeres en caballos conocidas como sibilas, quienes eran consideradas adivinas de antigüedad griega y romana, quienes predijeron la vida, pasión, muerte y resurrección de Cristo.
Una de las sibilas tiene apenas 19 años de edad, otra es la Tiburtina con 22 años de edad; ambas reflejando pasajes bíblicos.
La segunda sala es la de Los Triunfos, en donde se recrea un poema de Francesco Pretarca, los triunfos, que es un ensalzamiento al amor, la castidad, el tiempo, la muerte y la fama.
En uno de ellos es posible ver un carro tirado por bueyes, que hace alusión al triunfo de la muerte, que a su paso atropella a ricos, pobres, monarcas y clérigos.
La Casa del Deán resguarda en su interior frescos de un valor artístico único e incalculable, además de siglos de historia de una familia que por generaciones vivió entre sus muros. La parte que aún se conserva hoy es un museo administrado por el INAH.
Quedan 2 habitaciones intactas en la casa del Deán de lo que un día fue la dominación española en la entidad.
La primera habitación conservada:
1. Es La Sibilina, llamada así por sus muros decorados con representaciones de las mujeres que recibieron del dios Apolo el don de la profecía y la adivinación, conocidas como Sibilas.
Aquí observamos con deleite una cabalgata pletórica de color y belleza plástica; las Sibilas montan espléndidos corceles y lucen lujosos vestidos a la usanza del siglo XVI: desfilan ante nuestros ojos Eritrea, Samia, Pérsica, Europea, Cumea, Tiburtina, Cumana, Délfica, Helespóntica, Itálica y Egipcia, quienes según una tradición piadosa profetizaron sobre el advenimiento y la pasión de Jesucristo.
Cabe recordar que estas mujeres fueron pintadas por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina.
La cabalgata tiene como fondo paisajes presumiblemente europeos. Acompañan a las Sibilas multitud de personajes diminutos, así como una nutrida variedad de animales: conejos, monos, venados, tigres y aves.
En las partes superior e inferior de las escenas descritas se pintaron, a manera de marcos, elaboradas cenefas que representan frutas, plantas, mujeres’ centauro, niños con alas, aves exóticas y jarrones con flores.
2. La sala de los triunfos, en este espacio fue la recámara del deán don Tomás de la Plaza, y al contemplar en sus muros representaciones de Los Triunfos, obra en verso de Petrarca, nos percatamos de la refinada cultura que poseía el sacerdote.
Los Triunfos fueron escritos en tercetos endecasílabos y son una alegoría no sólo del amor de Petrarca por Laura, sino también de la condición humana. A grandes rasgos, el poema muestra el triunfo del Amor sobre los hombres, pero es vencido por la Muerte, sobre quien triunfa la Fama, derrotada a su vez por el Tiempo, el cual cede ante la Divinidad.
En las cuatro paredes de la sala se recrean plásticamente estas ideas del poema como un hecho más para reflexionar que para simple diversión.
Al igual que en la sala de La Sibilina, en la de Los Triunfos encontramos todas las escenas enmarcadas con elegantes frisos colmados con animales, motivos vegetales, rostros de mujer, faunos infantiles y niños con alas. En ambas habitaciones los murales fueron pintados con la técnica al temple por diestros artistas anónimos.
Los murales de la Casa del Deán se pintaron con la técnica al temple por artistas anónimos. Poseen un valor intrínseco no solo por su gran belleza, sino también porque es una obra única en Latinoamérica.
Solo existe otra casa con murales semejantes en Tunja, departamento de Boyacá en Colombia. Una maravilla inigualable de la que los poblanos debemos sentirnos orgullosos.
Dirección: C. 16 de Septiembre 505, Centro histórico de Puebla, 72000 Puebla, Pue.
Más Info Oficial: Visit Puebla
Maravíllate con el esplendor de sus elegantes edificios coloniales, sus calles y sus sabores que hacen honor a su sobrenombre “De los ángeles”.
Una leyenda es la responsable de que a esta hermosa ciudad se le conozca como Puebla de los Ángeles.
El país es una tierra de contrastes. Lo tiene todo: una historia y cultura muy ricas, un clima cálido y agradable, una geografía variada, una naturaleza impresionante, una gastronomía de buen gusto y una población amable y servicial … en pocas palabras: ¡México puede cumplir todos sus deseos!