La cercanía de la frontera con Estados Unidos otorga a Tijuana un caracter especial. Sus calles, además, despliegan una cultura polifacética y vibrante.
Su encanto propio se ha enriquecido con diversas características de otras regiones de México y también del sur de California.
El estilo ecléctico de Tijuana sorprende a los visitantes, con sus muros convertidos en exposiciones de arte urbano. Sus antiguos pasajes comerciales han sido tomados por artistas plásticos independientes para convertirlos en explosiones de color.
En la ciudad funciona una amplia diversidad de lugares donde se anima la vida nocturna, además de un sinfín de restaurantes, bares y pubs.
En la Avenida Revolución, por ejemplo, se observan muchos bares y hoteles construidos durante la época de la Ley Seca de Estados Unidos.