Esta hermosa población ha sabido conservar intacto el valor de su pasado y la riqueza de su presente. Es considerada el primer asentamiento de lo que hoy es Tamaulipas.
El Centro Histórico guarda hermosas y típicas casas con balcones de antigua herrería e interesantes construcciones que advierte los viejos resabios de la bonanza de principios del siglo XIX.
Fue una ciudad culta y aristocrática, testigo del mestizaje en México.
Tula conserva el comercio con sus excelentes trabajos de talabartería, alfarería y productos de ixtle.
La más emblemática es la Cuera Tulteca o Cuera Tamaulipeca, considerada como traje típico desde 1960.
El clima semidesértico de la zona es propicio para la proliferación de las cactáceas y los biólogos han catalogado 140 especies diferentes, algunas consideradas rarezas biológicas.
Unas 31 especies de cactáceas de la zona son endémicas y otras 42 comparten su endemismo con estados vecinos. Tal peculiaridad despertó la imaginación de los dueños de la heladería Cactus Nieves, que son toda una atracción turística en el pueblo por ofrecer sabores como nopal, mezquite, biznaga y cardón.