La leyenda dice que hace muchos años, los chichimecas, chalcas y nahuatlacas vivían juntos con tres sacerdotes extremadamente altos, majestuosos y de aspecto imponente.
Un día, uno de los sacerdotes fue a bañarse en un charco de agua caliente y cuando saltó al agua, desapareció. Quienes acompañaron al sacerdote, desesperados por su desaparición, creyeron que había sido culpa de los Chalcas y comenzaron una guerra.
El sacerdote apareció en medio de la guerra, pero al tratar de detenerlo fue alcanzado por una flecha al corazón. Mientras intentaba escapar, fue dejando en el camino su sangre y la tierra se pintó con su color.
Cayó sin vida, enterró a todo el pueblo chichimeca con su cuerpo, formando el Cerro del Muerto. Se dice que la gente todavía se esconde en sus entrañas.