Con paisajes mineros, fachadas de cantera rosa y un gran museo de naturaleza viva es lo que hace de Real de Asientos un lugar maravilloso. Hay edificios que datan de 1548 y en sus rincones se guardan tesoros históricos y culturales.
Entre sus edificios principales, se destacan la parroquia principal, la Casa Larrañaga, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe y la Casa del Minero, donde aún se puede apreciar el trabajo de extracción y herrería en las puertas y ventanas.
Visitar este pueblo mágico es toda una experiencia, donde sentirás los contrastes de hacendados y esclavos, de monjes y bandidos, de gambusinos y mineros; en un marco de cantera, minerales, obras de arte y el espectáculo viviente de una zona semidesértica que aflora ante el asombro de quienes se detienen a observar.