Entre bosques de pinos aparece un valle de cuento con sus cerros boscosos, su neblina en las cumbres, sus campos frutales y su pueblito blanco y rojo. El Pueblo Mágico de Tacámbaro promete encanto provinciano, pero depara varias sorpresas al viajero.
Tacámbaro presume de temperatura perfecta. Ubicado entre las montañas y Tierra caliente, la brisa fresca y el viento cálido se alternan, bailan y se mezclan.
Aguacate, zarzamora y caña de azúcar son tradicionales aquí. En el entorno del pueblo, cascadas como la del Arroyo Frío con su caudalosa e impresionante caída y lagunas como La Alberca ofrecen mil posibilidades para un día en naturaleza.
El pueblo conserva el sabor de antaño. En el centro, callejuelas de casas blancas y grandes para proteger del sol y la lluvia, y plazuelas escondidas como la del Santo Niño conducen a la grande y ajardinada plaza principal.
Bajo los portales, el Centro Cultural Amalia Solórzano cuenta los detalles de la fascinante historia de Lázaro Cárdenas, su esposa y por qué la residencia presidencial se llama Los Pinos.