Maravíllate con el esplendor de sus elegantes edificios coloniales, sus calles y sus sabores que hacen honor a su sobrenombre “De los ángeles”.
Una leyenda es la responsable de que a esta hermosa ciudad se le conozca como Puebla de los Ángeles.
Cuando en 1646 el obispo de Puebla, Juan de Palafox y Mendoza, realizó la donación de su biblioteca personal rica y selecta de 5,000 volúmenes a los colegios tridentinos, pensó en la formación de su clero, pero también en la formación de la sociedad poblana, pues estableció que se dejara entrar a cualquier persona que supiera leer.
Al ser una biblioteca de corte seminarista permitía, además, que el margen de lectura fuera amplio y no sólo se adscribiera al conocimiento vasto sobre Dios y su Iglesia, sino al estudio de todo lo que la pluma del hombre produjese, con el fin de poder tener argumentos firmes para defender la fe.
Hacia 1773, el entonces obispo de Puebla, Francisco Fabián y Fuero, estableció la nave principal de 43 metros de longitud de la Biblioteca Palafoxiana para que la población pudiera disponer de la colección del obispo Palafox, así como de la propia; y edificó dos pisos de fina estantería de ayacahuite, coloyote y cedro.
El acervo se fue incrementando gracias a las donaciones de los también obispos Manuel Fernández de Santa Cruz y Francisco Pablo Vázquez, así como a la incorporación de las bibliotecas de los colegios jesuitas; de tal razón que el hoy en día cuenta con 45,059 volúmenes que datan de los siglos XV, XVI, XVII, XIX, XIX y la menor cantidad del XX.
La Historia fue benévola con este centro del conocimiento universal, una de las primeras bibliotecas del continente americano, y la primera en disponer la libertad de entrada; ya que por su puerta de madera tallada no pasaron los desmanes de la tiranía o la ignorancia del hombre.
Incólume en su estructura, la otrora Biblioteca Pública (Palafoxiana) siguió resguardando, además de su colección de libros antiguos, una importante colección de folletería y pliegos sueltos, así como de manuscritos imprescindibles para estudiar la Historia de México.
En 1981 se declaró como Monumento Histórico Nacional y en el 2005, su variedad y riqueza bibliográfica le mereció el título de Memoria del Mundo por la UNESCO; adquiriendo con ello, más responsabilidades y tareas a realizar para conservarse por mil años más al servicio de la ciencia y la cultura, como lo hubiera deseado el obispo Juan de Palafox y Mendoza.
En su origen en 1646, tras la donación del obispo de Puebla Juan de Palafox y Mendoza de su colección personal bibliográfica, fue una biblioteca para seminaristas, por lo cual su margen de lectura fue mucho más amplio.
Está constituida por 3 colecciones: libros, manuscritos e impresos sueltos; distribuidos en 54 materias: Derecho canónico, Teología, Patrística, Pontífices, Homilética, Liturgia, Hagiografía, Derecho civil, Historia civil, Medicina, Filosofía, Geografía, Literatura, Química, Industria, entre otros.
Hay textos en 14 idiomas: español, latín, francés, italiano, inglés, portugués, alemán, holandés, náhuatl, mixteco, griego, hebreo, árabe, por mencionar algunos.
Entre los libros que sobresalen:
La colección de los 5,345 manuscritos, está conformada por testimonios únicos que remiten a las diferentes etapas de la vida de la Biblioteca Palafoxiana, documentos de la administración del gobierno eclesiástico y la práctica pastoral de los obispos de la Puebla de los Ángeles y otras diócesis de América y Europa.
Escritos donde se plasmó la vida intelectual y religiosa del Real Seminario Palafoxiano, el primero en América.
Por que el acervo de la biblioteca en su mayoría e inicialmente fue donada por el Obispo de Puebla Juan de Palafox y Mendoza.
La Biblioteca Palafoxiana en la Ciudad de Puebla, fundada en 1646 siendo la primera biblioteca pública, permitiendo la entrada a todo aquel que supiera leer, no solo al clero.
Sin embargo el recinto tal como lo conocemos hoy fue realizado en 1773 por el obispo Francisco Fabián y Fuero, este fue el encargado de mandar a construir los dos primeros pisos de la estantería, construidos por ebanistas novohispanos que crearon hermosas piezas que se conservan hasta nuestros días elaboradas con maderas de ayacahuite, polocote y cedro.
Dirección: Av 5 Ote 5, Centro histórico de Puebla, 72000 Puebla, Pue. – Al interior de la Casa de la Cultura
Más Info Oficial: Visit Puebla y Palafoxiana
Maravíllate con el esplendor de sus elegantes edificios coloniales, sus calles y sus sabores que hacen honor a su sobrenombre “De los ángeles”.
Una leyenda es la responsable de que a esta hermosa ciudad se le conozca como Puebla de los Ángeles.
El país es una tierra de contrastes. Lo tiene todo: una historia y cultura muy ricas, un clima cálido y agradable, una geografía variada, una naturaleza impresionante, una gastronomía de buen gusto y una población amable y servicial … en pocas palabras: ¡México puede cumplir todos sus deseos!