Maravíllate con el esplendor de sus elegantes edificios coloniales, sus calles y sus sabores que hacen honor a su sobrenombre “De los ángeles”.
Una leyenda es la responsable de que a esta hermosa ciudad se le conozca como Puebla de los Ángeles.
El Templo de San Francisco, tambien ex convento franciscano fue el primer convento que se estableció en Puebla y en el que se venera el cuerpo incorrupto del beato Fray Sebastián de Aparicio.
Este convento franciscano está ligado con los orígenes de la ciudad. Fray Toribio de Benavente, fue quien ofició la misa de su fundación el 16 de abril de 1531.
Su construcción concluyó en 1585; sin embargo, al igual que todas las iglesias, pasó por varias reformas arquitectónicas y artísticas que modificaron su aspecto original.
Durante el siglo XVIII, se realizó el proyecto de reformar la fachada con cantera, ladrillo rojo y azulejo, con un diseño similar al de los retablos de madera del interior de las iglesias.
Se combinaron tableros de loza blanca vidriada, conocida como Talavera poblana, con ladrillo rojo. Cada uno de ellos presenta jarrones con ramos de flores polícromas, ramas y hojas, como símbolo de la Inmaculada Concepción, protectora de la diócesis de Puebla.
En los muros se conservan tres lienzos de tema franciscano. El primero representa “Los frutos de la religión seráfica” como lo refiere la cartela que se encuentra en la esquina inferior izquierda de la obra.
El segundo representa a los primeros doce franciscanos que llegaron a la Nueva España, para predicar y difundieron la palabra de Cristo.
El tercer lienzo es el más dramático y tiene como tema “Los Mártires de Gorkum”, que representa el martirio de 19 frailes.
El templo de una sola nave fue construida entre 1743 y 1767 por el arquitecto José Buitrago. Su fachada es de estilo Churrigueresco, hecha de cantera, ladrillo y azulejo.
Las torres fueron diseñadas por el padre lego dominico José Antonio que continuo la obra en cantera adecuándole campanas y finalizándola en 1767
Es el Templo de San Francisco. Los franciscanos fueron quienes fundaron la ciudad de Puebla y es por eso que este es el primer templo y convento que existió en la ciudad.
La curiosa fachada es una clara manifestación del barroco poblano, un colorido estilo en donde esa combinación de cantería y Talavera era la norma.
Dentro de una de las capillas del templo de San Francisco se encuentra el cuerpo del beato Fray Sebastián de Aparicio.
Es patrono de los choferes, ya que solía ir con sus carretas cargadas de leña, debido a que su oficio era el de carretonero.
Según algunas leyendas, la vida de Sebastián de Aparicio siempre estuvo llena de milagros.
Se cuenta que de recién nacido contrajo una enfermedad durante una epidemia y su madre lo abandonó fuera de la ciudad; fue rescatado por una loba que lo mordió, provocándole un sangrado que milagrosamente lo curó.
Después de haber enviudado en dos ocasiones, decidió tomar el hábito franciscano a los 71 años. Luego de probar su vocación, fue aceptado en el convento de México y de ahí enviado a Tecali y a Puebla.
Durante su vida de fraile, se dedicó a recoger limosnas para mantener a sus hermanos. El 20 de febrero de 1600 murió en el templo de san francisco de Puebla.
Tras su muerte, al hacerse los cimientos de la capilla de la Virgen Conquistadora, se encontró su cuerpo incorrupto, que fue colocado en una mesa para ser venerado por los fieles. Esto provocó que se le arrancaran dedos, piel y hasta se llegara a robar su cabeza con el fin de obtener reliquias.
La cabeza fue recuperada en malas condiciones, por lo que se cubrió con una mascarilla de cera.
Tras su beatificación en 1789, se permitió el culto público colocando sus restos en la urna que hasta hoy se conserva.
Dirección: Av 14 Ote 1009, Barrio del Alto, 72290 Puebla, Pue.
Más Info Oficial: Visit Puebla
Maravíllate con el esplendor de sus elegantes edificios coloniales, sus calles y sus sabores que hacen honor a su sobrenombre “De los ángeles”.
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